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Con aval El avalista es la persona que de forma voluntaria realiza el pago de un préstamo; es decir que asume la responsabilidad del pago del mismo en el caso que la persona titular no pudiera hacerlo.
Cuando hablamos de aval, nos referimos a la garantía de pago que el banco nos reclama para asegurarse de que cobrará las cuotas del préstamo.
Se suele pedir la figura del avalador en el momento en el que el préstamo sube más del 80% de la tasación. Aspectos como la precariedad laboral, hacen del avalador una figura indispensable si queremos que nos den el préstamo.
Sin aval Se trata de préstamos en los que no se pide ningún aval o garantía adicional a la persona a la que se le deja el dinero.
Lo más normal, es que los bancos antes de dejar el dinero se aseguren de que usted va a poder responder de algún modo en caso de no poder pagar las cuotas. Así que se hace la hipoteca por ejemplo, sobre la casa.
En momentos en que los bancos tienen exceso de liquidez que necesitan poder poner en el mercado, pueden ofrecernos este tipo de tratos sin ningún tipo de aval o que éste sea mínimo, reducido.
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